miércoles, 16 de febrero de 2011

Madres.


Yo creo que todas las madres tienen un libro. Y no hablo del de Doña Petrona Grandes Recetas III. No Señores. El que yo digo, no se de donde lo sacan, pero lo tienen. Lo darán en los hospitales, después de parir. Se trata de las grandes frases que toda madre debe decir a su hijo, para no quedar como mala progenitora ante todo aquel que se encuentre escuchando el sermón o ante su propia conciencia examinadora. Van desde "Nene, abrigate que hace frío" hasta "Yo a tu edad...", pasando por: "¿Con quien vas?" "¿Cuando volvés?" "¿Volvés?" "Ah no, pero esto no es un hotel" (ésta última se lleva EL premio) "Vos porque en casa no ayudás nada" "Si no volvés en taxi no vas" "Cuidate" "No tomes mucho" "Cuando vos tengas hijos..." "¿A vos te parece que éstas son horas de salir/llegar?"... y así podríamos seguir con una lista interminable.
En mi caso, cuando pasa, ya ni contesto. Pongo mi mejor cara de "Me tenés podrida" y me guardo la sarta de insultos que intentan salir de mi boca y asiento con un ligero pésame. Pero no es suficiente, porque ahi viene la tan famosa "A mi esa cara no me ponés, eh".

Y yo después no le paro de decir a mi amiga N: "Gorda, si en el futuro soy así, plis cortame las manos".
Mejor, por el momento, me callo. Mira si todavía, cuando tenga una hija me dan ganas de ahorcarla.
Porque llegado el momento, calculo que llegaré a decir "Mamá, al final, tenías razón".

2 comentarios:

Rocio dijo...

muy buena entrada, besos!!

Antonella dijo...

Ay qué bonito lo que escribiste, Ceci!! No sabía que tenías blog, andaré pasando por acá seguido:)

En serio me gustó mucho!!
Un beso